La Dra. Rubí Medina, Coordinadora Académica y Profesora en Organización de Empresas del grado en Administración y Dirección de Empresas en IGEMA Business School, destaca la importancia de la economía circular como un motor clave para impulsar la sostenibilidad y el desarrollo económico a largo plazo. Asimismo, en este artículo observaremos como la Dra. Medina invita a las empresas a liderar el cambio hacia un futuro más sostenible, asegurando no solo su éxito económico, sino también un impacto positivo en las generaciones futuras.
En la actualidad, la economía global opera principalmente a través de un modelo lineal, donde los recursos y las materias primas se consideran ilimitados, siguiendo el esquema de “tomar, usar y desechar”. Esto resulta en el uso ineficiente de los recursos, ya que se desechan después de un breve uso (Figura 1).
Cada vez más empresas están redefiniendo sus procesos productivos, de comercialización o de gestión hacia prácticas más sostenibles, debido a una creciente preocupación por el cambio climático, la necesidad de cumplir con normativas ambientales y la demanda de los consumidores por productos sostenibles. Dentro de este contexto, la economía circular surge como un modelo alternativo de producción y consumo que busca asegurar que los materiales permanezcan más tiempo en la economía (Figura 2), reduciendo la utilización de materias primas vírgenes y la generación de residuos, y consecuentemente, la reducción de los daños a la sociedad y al medio ambiente.
Este modelo implica no solo el cambio hacia prácticas de producción más sostenibles, sino también una transformación en la gestión empresarial que fomente la extensión de la vida útil de los productos mediante un diseño ecológico y enfocado en la durabilidad, así como soluciones innovadoras para la recuperación y reutilización de materiales.
La transición hacia un sistema circular puede implicar un desafío inicial en términos de adaptación y costes. Sin embargo, como señala el Parlamento Europeo, el cambio hacia una economía circular tiene el potencial de ofrecer beneficios significativos, como la reducción de la presión sobre el medio ambiente, la mejora de la seguridad del suministro de materias primas, el aumento de la competitividad, la estimulación de la innovación, el fomento del crecimiento económico y la creación de nuevos empleos.
Por otro lado, la economía circular está abriendo paso a un nuevo modelo económico colaborativo, donde se cambiará el concepto del consumo al uso, y el uso de los productos será compartido. Al priorizar el acceso por encima de la propiedad, estos modelos promueven un cambio de consumidores a usuarios y la creación de plataformas compartidas. Un ejemplo es la empresa Ecodicta, que, a través del alquiler y uso compartido de prendas busca alargar al máximo la vida útil de estas.
Además, la sostenibilidad y economía circular representa una gran oportunidad para emprendedores y nuevas empresas, ya que crear empresas con prácticas ambientales y sociales correctas puede satisfacer un nuevo nicho de mercado. Esto se debe a que los consumidores han comenzado a buscar productos seguros, confiables (en términos sociales y ambientales) y de alto valor. Y lo que es más importante, los clientes están dispuestos a pagar más por ellos.
En resumen, la economía circular representa una oportunidad para que las empresas lideren el camino hacia un desarrollo sostenible, garantizando no solo su éxito económico sino también generando un impacto positivo para las generaciones futuras.
Dra. Rubí Medina Mijangos
Profesora de IGEMA Business School